Senderistas: Maribel, Claudia, Diego, Julia, Manuel, James, Carlos, Carolina, Romy, Johanna, Andrés, Alexandra, Liliana y Jhonnier.
Encuentro en Pance Plazas. Tomamos via a Pance, hasta llegar a la Vorágine.
Allí iniciamos caminata. El sendero es carretera ancha, primero pavimentada, luego camino destapado.
Durante el trayecto tuvimos la compañía de Firulais, perrito callejero negro, quien quedó prendido a primera vista con Doña Julia, se emocionó cuando la vió y la acompañó durante todo el sendero, a pesar que Julia al principio lo ignoró.
Durante el transcurso de la caminata, puntearon los guías Jonnier y Andrés con senderistas: Diego, Manuel, Julia, luego Claudia, Romy, Maribel y Alexandra. Cerrando el grupo Johana, Liliana, Carlos y Carolina.
Durante toda la caminata pasan a nuestros lado ciclistas que frecuentan esta Ruta, hasta el parador de Pico de Águila.
Llegamos después de dos horas y media, al inicio de la trocha. El camino por la trocha, estaba muy húmedo y resbaladizo. 15 minutos caminando por trocha, nos acompañan dos labradores de finca que se unieron a la caminata; llegamos a campo abierto, y luego por otro sendero estrecho arribamos a nuestro destino: Pico de Águila, un gran peñasco desde donde se visibiliza todo el sector comprendido por Pance.
El cielo despejado nos permitió contemplar la belleza del Valle.
Iniciamos descenso, por trocha con algunos incidentes de caídas sin comprometer a ninguno de los senderistas. Llegamos al restaurante La Cabaña, atendido por la Sra. Luz Dary, donde disfrutamos de un delicioso desayuno campesino. La neblina hizo presencia durante el desayuno, empezó a subir la temperatura.
Después del merecido descanso, tomamos camino por carretera para descender. El descenso a pie se hace fatigante.
Llegamos al punto de inicio en la Vorágine. Gracias senderistas.